Cuando nació Aïnara, también nací yo. Ese día no solo me convertí en mamá, sino en una nueva versión de mí misma. Todo cambió: mi forma de ver la vida, mis prioridades y mi manera de amar. Aprendí lo que es la entrega total, el miedo profundo… pero también descubrí una fuerza que no sabía que tenía.

Aïnara llegó con luz y propósito, y con ella nació también Noviembre 2. Esta marca es mucho más que joyería: es mi forma de honrar la vida, los nuevos comienzos, la fe que sostiene y el amor que transforma. Cada pieza cuenta la historia de mujeres que, como yo, han renacido desde el alma.

Más que joyería, es un símbolo de fuerza y amor propio.

Noviembre 2 nació con un propósito claro:

𝑬𝒎𝒑𝒐𝒅𝒆𝒓𝒂𝒓 𝒚 𝒓𝒆𝒔𝒂𝒍𝒕𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒃𝒆𝒍𝒍𝒆𝒛𝒂 de cada mujer. Creé esta marca para que cada pieza sea más que un accesorio: un recordatorio de tu fuerza, tu luz y tu amor propio.

Cada pieza está diseñada para acompañarte, inspirarte y recordarte que estás hecha para brillar.